Quién te dijo que eso era lo mejor,
cómo has hecho para saber.
Quién te dio permiso para decidir,
para decirme lo que tengo que hacer.
Ahora no podré saber nunca
cómo lo hubiera hecho yo,
ni siquiera podemos compartir la culpa
por el error que haya cometido cada uno.
Todo lo has hecho mal, lo tuyo y lo mío.
A ti puedo perdonarte, pero ¿cómo hago ahora
para perdonar lo que has hecho por mi?.
Nunca más vuelvas a intentar ser yo.
cómo has hecho para saber.
Quién te dio permiso para decidir,
para decirme lo que tengo que hacer.
Ahora no podré saber nunca
cómo lo hubiera hecho yo,
ni siquiera podemos compartir la culpa
por el error que haya cometido cada uno.
Todo lo has hecho mal, lo tuyo y lo mío.
A ti puedo perdonarte, pero ¿cómo hago ahora
para perdonar lo que has hecho por mi?.
Nunca más vuelvas a intentar ser yo.
(Foto: Nico)
6 comentarios:
hay quienes tienen el poder de transformarnos en monstruos, pero ¿sabes? ese poder se los otrorgamos nosotros mismos y en cuanto somos concientes de ello, ese poder se rompe, aunque casi siempre quedan huellas del monstruo que fuimos, depende, también de nosotros que esas marcas se borren.
La verdad no se qué decir, sólo haz lo que creas que es lo mejor para tí, escucha los consejos, pero decide tú y sólo tú.
Saludos desde México.
Alguien me lo dijo pero con otras palabras, y con lágrimas... chin, yo también lloré.
Ay, Dios, no lo vuelvo a hacer.
PD: Te he incluido en los que leo.
Un abrazo.
Púrpura, gracias por incluirme, es un honor. Te leeré, a ver si me contagio de México y un día me animo a cruzar.
Es dificil a veces no caer bajo la influencia de un encantador que nos hace bailar a su son... pero solamente hay un culpable, nosotros mismos.
Seguramente el envase nos sedujo, pero al servirnos dejamos la mitad del vaso o tres cuartos. Eso que dejamos es toda la amargura que nos evitamos. Es asì, unos y otros viven expuestos. Esa urticaria interna que nos lleva a buscar aquello, que no sabemos definir, pero que vimos o creìmos ver en otros. Cosas que nos contaron en infinidad de films y novelas cuyas paginas tornaron amarillas como debe ser. Es un "mejunge" de imagenes, y proyecciones de pelìculas en nuestro interior. Pelìculas que nunca vamos a rodar. Solo un bufòn arcano y borracho que se agita molesto dentro de nosotros incitàndonos. Y nosotros compramos.....compramos.
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