Hay un ingrediente imprescindible para que un momento cualquiera pueda llegar a ser inolvidable, maravilloso: es que sea único. Por eso no vuelve a repetirse. Nos empeñamos en añorarlo, sufrimos y tardamos en entender, con un poco de tristeza, que no volverá. Pero la ventaja reside en descubrir ahí mismo el otro elemento imprescindible que hizo posible la existencia de ese momento y que hará posible otros: el total desconocimiento de cómo, cuándo y por qué ocurrirán. Yo nunca supe que escribiría esto. Tú jamás imaginaste que lo leerías hoy. Porque en realidad, desconocemos todo.
(Foto: Ana R. Camus)