domingo, 17 de octubre de 2010

Los qué tendrá que ver



¡Por qué, por qué me haces eso! le dije agarrándolo del cuello.
Leía en El Mundo que el presidente chileno Sebastián Piñera iniciaba hoy una importante gira por Reino Unido y Europa, y en una entrevista aprovecho la ocasión (...otra vez) para decir que espera ahora (destaco el ahora) que empresarios británicos inviertan más en Chile. Entonces me preguntaba qué tendrá que ver rescatar muy bien a 33 mineros atrapados a setecientos metros de profundidad con ser un país adecuado para hacer grandes inversiones. Muy probablemente Chile sea un gran país; lo sé porque al estar del otro lado de la cordillera tiene que ser mejor. Pero me pregunté si de verdad algo habría cambiado tanto en estos dos meses además de solucionar soberanamente bien lo que fue casi una tragedia, además aprovechar la situación para posicionar la marca país. Sobre todo me pregunté qué tendrá que ver.

Unos clicks más abajo, me enteré de que Jesús Neira estaba grave, aunque más allá de su estado se destacaba con cierta ironía que esto ocurría justo dos días después de que muriera Antonio Puerta, quien hace dos años agrediera a Neira y lo dejara en estado también grave, cuando Neira, en loable actitud, intentó proteger a una mujer que estaba siendo agredida por Puerta.
Entonces me pregunté qué tendrá que ver haber defendido valientemente a una mujer con tener capacidad para presidir el llamado Consejo Asesor del Observatorio contra la Violencia de Género (lea de vuelta el nombre de este consejo e intente no perderse). Más aún, cómo puede ser que una persona de este calibre vele justamente por el apaciguamiento la violencia. Qué tendrá que ver.

Más y más clicks abajo, El Mundo hablaba de Maradona, que sería algo así como el paradigma del qué tendrá que ver. Quizá por que al haber sido tan grande en un aspecto se cree que tiene que ser enorme en el otro. Pero en el fondo, no tiene nada que ver.
El que fuera el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos...  (aquí, sí; no uno de los mejores, sino el mejor) un extraordinario futbolista, resulta que es un tipo muy limitado en sensatez. Así y todo, no sólo fue designado D.T de la Seleción Argentina de Fútbol para el pasado Mundial de África 2010, sino que allá por el año 1990 fue nombrado Embajador Deportivo por el entonces presidende Carlos Menem. Y qué tendrá que ver jugar a la pelota como un dios con tener capacidad de manejar un grupo de deportistas, con saber hacer equipo; o con tener un honor tal como para ser un Embajador Deportivo. Sobre todo siendo un personaje como este y cuando no, como este otro. Ya sé que hizo el gol a los ingleses pero... ¿qué tendrá que ver?

En todo este tiempo Berto se coló por la ventana, salió a la terraza y empezó a hacer un pozo enorme, tan grande y profundo que hubiera podido ayudar a los mineros de Chile. Desparramó y hecho tierra hasta el vecino de abajo, rompío las alegrías del hogar y se puso a hacer pis. Yo largué el ordenador y salí a buscarlo. Furioso, lo alcé y lo agarré del cuello apretándolo un poco. En ese instante me dí cuenta de que al final él era el único que hacía algo sensato, el único que no tenía segundas intenciones y que todo lo que hacía tenía todo que ver con lo que era: un simple gato.
¡Por qué, por qué me haces eso! le dije con cara de enojo, aunque riendome por dentro. El me miraba calmo, sin decir nada, como diciendo ¿Y por qué va a ser?. Fué ahí cuando le grité esa frase que me gusta tanto decirle cuando hace macanas: ¿Tu madre sabes qué? ¡Tu madre fue un chacal! 
Y reímos los dos a carcajadas. Aunque por dentro Berto decía: Y eso ¿qué tendrá que ver?


Foto (Nico) Una monja duda en la puerta de su convento en Salamanca. ¿Qué tendrá que ver con esto que acabo de escribir?