sábado, 25 de octubre de 2008

Being spontaneous



Inmersos en una cultura y una vida absolutamente pautadas por un pensamiento único, donde no estaba permitido que sucediera nada imprevisto, la gente con un mínimo de inquietud no tenía nada que hacer. Así el Arte Conceptual de Moscú (1960-1990) representó una corriente al margen de la producción artística oficial soviética y es dentro de este movimiento donde en el año 1978 surge un grupo llamado Acciones Colectivas, formado por unos veinticinco artistas.

Antes que resignarse a que todos los días de sus vidas fueran aburridamente iguales y previsibles (lo que sería la mayor tortura humana para mi , por eso me repugnan tanto cosas como el tarot o las pitonisas; no creo que haya nada peor que saber lo que a uno le va a pasar), estos tipos se inventaron esto de las acciones colectivas. Una cosa genial.
Además de retratar con una suave ironía las utopías del sistema, las acciones colectivas no eran ni más ni menos que hacer que pase algo, algo distinto a lo que ya sabían que iba a pasar, inventarse cosas, una performance. Un desnivel a propósito en el plano infinito.
O algo así como una profecía de esa escena de The Truman Show, en la que Truman, harto de que le sucedan cosas sin sentido e inmanejables por él, sospecha y piensa que tiene que haber alguna mano macabra y poderosa que lo esta manejando todo. Así un día quiere ver qué pasa si hace algo distinto y se decide a ser espontáneo. Entonces cambia el recorrido de todos los días y se pone como un loco a dar vueltas a la rotonda con el coche, intentando algo muy parecido a modificar el tiempo y el espacio. Su falsa mujer le pregunta espantada "¿qué haces?" y Truman le responde "¡I´m being spontaneous!".

Así, por ejemplo, este grupo de artistas se juntaba en un bosque nevado, pero avisaban a dos o tres que aparecieran en el sitio por entre medio de los abedules unas horas más tarde. Simulaban un encuentro fortuito y perfecto, fotografiaban el hecho, lo que representaba una forma de arte conceptual, estampaban la idea en imagen. Luego les entregaban a cada uno un certificado de que ese encuentro había sucedido. Se saludaban todos y habiendo comido satisfechos el suceso volvían a casa. Hacían que sucediera algo.

Foto izquierda: Acción Colectiva, La tercera variante (28 de mayo de 1978). Foto derecha: Truman siendo espontáneo, acompañado de su falsa esposa en una escena de The Truman Show (1998).
La exposición LA ILUSTRACION TOTAL. ARTE CONCEPTUAL DE MOSCÚ 1960-1990 puede verse en la Fundación Juan March, Madrid, hasta el 11 de enero de 2009.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Nociones de parábola y otoño



Acaban de pasearme por una serie de calles conocidas para dejarme en un lugar común, a las siete de la tarde. Los miércoles de otoño con menos de 15 grados la gente se tiñe de un ambar desconocido, algunos de un negro tan cruel que me nubla la vista. Pero no importa, no quiero conocer a nadie más en esta ciudad.
Me falta la billetera, el abono transportes, todo, pero camino derecho a alguna parte. Eludo bolsos, piernas largas y hermosas, abrigos, calvicies y llamados telefónicos. Pienso que me metería a tomar un café enorme en la Castellana e intentaría desvanecerme por completo, pero no tengo dinero y sí muchas ganas de caminar.
Estaba a punto de escribir cosas horribles en un papel mojado. Después pensé que no tiene sentido esforzarse en entender la lluvia y el otoño. Tal vez no sean más que la representación perfecta del hartazgo, o de la pérdida de tiempo.

(Foto: Nico) Madrid, Cuzco, miércoles 22 de octubre por la tarde.

sábado, 11 de octubre de 2008

Nociones de amor y parábolas


Un día me gustaron tus labios, tus ojos,
y ese pelo enreverado en tu cansancio y el mar.
Después tu forma sencilla,
tu mejilla hermosa y tus pétalos de sal.
Tu cara de muñeca, igual sentada en una silla
que en la barra de un bar.
Nunca parabas de hablar.
Ni en el silencio del otoño, podía hacerte pensar
que en realidad nunca te quise,
fue sólo tu forma de mirar.

(Foto: Nico) Muñequitas en un escaparate de la calle de Fuencarral

Las expresiones "pétalos de sal" y "enreverado" están tomadas de letras de canciones de Fito Paez.

jueves, 2 de octubre de 2008

El absolutismo igualitario

Sueño con tetas. Quiero decir, me desperté exaltado pensando qué pasaría si un día me despierto y me han crecido unos exuberantes pechos de mujer -lo que sería el gran sueño de un travestido- pero vayamos al grano.
Después de la discusión sobre si puede decirse o no miembras, podría seguir otra discusión sobre si los hombres tendríamos (hipotéticamente) tetas o tetos. Por ejemplo, Metro de Madrid, 9.30 de la mañana, chica, codeándo a su amiga: "¡Mira que buenos tetos tiene ese chico!" (nótese que ya no se fija en si es guapo e interesante, sino que va directamente a sus tetas, esto es importante retenerlo) Pero esto es al fin y al cabo una mera cuestión semántica, no hace a la cosa.

Vamos a algo más serio, entremos en la pus del grano (porque no era de maíz), por ejemplo: Si mañana entráramos en guerra con la República Medioambiental del Pomodoro, una guerra complicada en la que no bastasen los militares profesionales ¿cuántos ciudadanos efectivos tendría España? Porque supongo que todas las mujeres deberían alistarse. O bien, una pareja podría elegir que la mujer vaya a la guerra y el marido se quede con los pequeños, eso también sería justo y verdaderamente igualitario. Ejemplo, él a ella: "Cariño, ve tú"
Quiero decir ¿hasta dónde podrían llegar las atribuciones de la señora Ministra de Igualdad, Bibiana Aido? Hasta perjudicar los planes a la Ministra de Defensa, porque en este último ejemplo, llegada la lucha cuerpo a cuerpo, ganará el bando que tenga más hombres, claro está que la mujer por más ruda que sea no posee la fuerza, ni la musculatura del hombre, en promedio general y por simple desigualdad natural.

Digo, esto que comenzó como un ajuste lógico para pasar de un tipo de relación hombre/mujer que había quedado detenida en la era de neardenthal, a una relación más moderna, ¿qué pasaría si esto se nos va de las manos y nos conduce como por un túnel hacia un absolutismo igualitario? Volvamos al Metro de Madrid, dulce hogar de fascinaciones mañaneras. Qué pasaría si... de verdad un día no muy lejano las tías además de mirarnos el culo como ya lo hacen, y los gobiernos además de tocárnoslo, se empeñaran en otras cosas; qué pasaría si nosotros nos sonrrojáramos y bajáramos los ojitos, si se acabara el macho y también las curvas. Qué pasaría si un día llegamos a ser tan, tan iguales que no se perciba más diferencia. El Metro lleno de mujeros y hombras, o algo así, no sé. O un montón de muñequitos igualitos, igualitos, igualitos, no sólo despojados de roles esclavizantes y arcaicos, sino de diferencias, de matices y hasta de sexo.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Parecen muy reales



"La gente viene, bebe, escucha música, habla y luego se va. ¿Y por qué crees que, noche tras noche, tanta gente se gasta tanto dinero viniendo a tomar una copa aquí? Pues porque todo el mundo, en mayor o menor medida, busca un lugar imaginario. Y la gente viene aquí para ver un jardín fantástico creado de forma exquisita que parece flotar en el aire y para verse a sí misma incluída dentro de esa escena"

Haruki Murakami (Al sur de la frontera, al oeste del sol. 1992)