martes, 13 de octubre de 2009

Fuera de guión



Era un lunes ejemplar de otoño en Madrid. Festivo, 27 grados, cuatro de la tarde. Yo estaba tomando un café al sol en la Plaza Santa Ana cuando apareció Fito Paez con Ana de Armas y se sentaron en la terraza de al lado. Pensé que con Fito ya sólo me falta que venga a casa a tocar el piano el día de mi cumpleaños y casi nada más. La próxima vez ya le voy a decir "Fito, soy yo".
Terminé mi café. Al rato, mientras él abrazaba y besaba a mi hijos y me estrechaba luego la mano a mí, me pareció una injusticia que yo sepa tanto de él y él ni siquiera sepa quién soy. Nimiedades, como cuántas veces escucho un tema suyo en el coche por semana, que el nombre de este blog se inspira en una canción suya, o bien que este sábado estuve ensayando una versión extraordinaria de Tres agujas, grabada por Luis Alberto Spinetta, y que sonó muy bien.
Cuando me iba, me pasó por al lado Eusebio Poncela, que ni se enteró de que por ahí andaban Paez, Ana y más aca yo, y se metió en un bar. Asi que intencionalmente, corté la escena, dejé de hacer aparecer personajes y abandoné la plaza y la tarde.
(Foto: Nico) Reflejos, contrastes y dobleces cerca de Plaza Santa Ana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha encantado. Sobre todo cómo cortaste las escena, sin traumas y sin pena.
Un abrazo