viernes, 4 de abril de 2008

Vía de escape


En el Irlandés debo haber pasado al menos un décimo de mis últimos tres años. Ahí se produjeron cosas que jamás imaginé, otras que nunca pensé. Siempre, las que debieron pasar.
Para el trabajador normal, ciudadano común, habitante del rutinario barrio laboral, no hay nada como entrar a la mañana en el bar de todos los días y que antes de producir palabra, le pongan a uno el café de siempre.
Pedir una mesa, sentirse uno en su casa. Tomar un whisky sin intención, sólo porque me lo ofreció Francis. Aquella vez pensé que sería el último. Eran las cinco de la tarde y sentí toda mi inconsciencia en un vaso transparente, bajo.
Ahora hemos pasado de el Irlandés a Don Bareto. De Francis, a Paquito. Es como pasar de José a Pepito, pero en Francisco. Me persigue un nombre, una taza de café y una copa de vino. Paquito tardó menos de tres meses. Es verme entrar: "¡Mariiiiii, un cortado y un cruasán caliente con jamón y quesoooooo!". 9.45 de la mañana.
Ayer hubo una despedida y el lugar estaba claro, como siempre. Uno se puede ir, sin saber que está volviendo. Uno lo puede dejar, pero nunca se ha escapado.

(Foto: Nico) La Taverna Friends (conocido como bar El Irlandés) en la calle Pradillo, 30, Madrid. El viernes 4 de abril a las 00:20 hs.

6 comentarios:

...flor deshilvanada dijo...

En esos lugares siempre queda mucho de nosotros, cuando los concurrimos periódicamente. :)

Te dejo un beso!

Anónimo dijo...

:_(

Merlina dijo...

Leí por ahí que te gustan los aeropuertos. Si te gusta la ciencia ficción, hay un libro de cuentos cortos que se llama "Planos paralelos" de Ursula Le Guin.
A mí la ciencia ficción no me copa, pero algunos deéstos me gustaron. Y el hilo conductor son los aeropuertos. Sólo que a la autora no le gustan, y se va a volar por los sueños.

Saludos.

Nico Carletti dijo...

Ultimamente tengo un poder enorme para hacer llorar a personas conocidas que quiero mucho. Lo que me faltaba, hacer llorar a un anómino.

Merlina dijo...

Gracias por pasar sr.

Sí, me gusta mucho Fito. Y su versión de Aguas de Marzo de Jobim se disfruta. Claro, a Jobim no hay con qué darle!! jaja

salute!

Clauminara dijo...

Se oye bien eso de desayunar todos los días en un bar, solamente he desayunado una vez en una cantina La Numancia, ahí la especialidad es la birria. También me gusta ir a La Guadalupana de Coyoacán, aunque son bien tacaños con las botanas y nada más dan palomitas de maíz. Otro bar que me gusta es El hijo del cuervo, pero es algo caro.