viernes, 26 de junio de 2009

Ready to go


Cuando se viaja, normalmente uno considera la ida como el primer viaje, impar (el 1º) y el regreso es un viaje par (el 2º). Pero hace un tiempo que vivo al revés, como con un eslabón perdido en algún lado. Esta ida no será impar, ya que será mi cruce 16º, mientras que el regreso tampoco será par, evidentemente será el 17º. Entre medio tiene que haber pasado algo imprevisto, un viaje sin retorno, un cambio de sentido. O alguna ida que en medio del Atlántico se la declaró regreso.

Pero el tema no es tanto resolver de qué lado quedó el origen sino cuál es el sentido. De hecho no se puede resolver el sentido sin antes determinar el lugar. Y creo que es allí, durante esas horas curvas e interminables, sometido al gobierno del tiempo, el espacio y la velocidad, cuando me doy cuenta de lo que hice. De lo inconsciente que fui para jugar con las variables de esa regla de tres simple. Cambiar el lugar, obtener otro resultado.

Boarding pass del viaje 14º. Frankfurt (FRA) - Buenos Aires (EZE) directo sin escalas por Lufthansa. 13 horas 45 minutos de vuelo.
Salvo la fecha todo será igual este próximo 3 de julio. Hasta el asiento, 40K. Ventanilla, por supuesto.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Eso sí que es darle la vuelta a la vida. Tremendo.

Sulizhen dijo...

Buen viaje

Beli Laborda dijo...

¡Muy bueno! Ahora, ¿no te parece que justamente el sentido es lo que se transformó en la variable más variante? Porque cuando estás viniendo, de algún modo volvés, pero cuando te estás yendo de Ezeiza TAMBIÉN volvés. Todos tus viajes, a esta altura del partido, tienen la misma dirección que, curiosamente, es ambivalente; te vas y volvés en cada movimiento que hacés.
Te mando el último abrazo cibernético antes del 9 de julio.
Beli

Nico Carletti dijo...

David: Yo le doy vueltas, todas las que puedo y me encanta, me fascina, pero sigue sin tener sentido.
Beli: joder! pero entonces, si haga lo que haga siempre estoy volviendo eso quiere decir que estoy atrapado.
Sulizhen: Adonde? No ves, yo no me voy a ningún lado.

Beli Laborda dijo...

Más que atrapado estás condenadamente disperso. No hay forma de que te encuentres todo vos en su solo lugar. Siempre te va a hacer falta "ir hacia" o "volver" al lugar en donde, queriendo o no, se quedó una parte tuya. (Te lo puse peor todavía, no? jaja).

Por otro lado, no sé cómo lo sentís vos pero yo, en nuestra época de idas y vueltas (o viceversa) sentía algo así como que Bs.As. y Puerto Rico eran mundos paralelos que se hacían realiad en cuanto yo los habitaba.

Merlina dijo...

Buen viaje Carletti. Que el tercer mundo lo trate bien.