jueves, 5 de febrero de 2009

No hay huevos



Cuando se abatía sobre la Argentina la debacle político/financiera de finales de 2001 hubo algunas miradas de desprecio hacia aquellos que lucharon, tanto con cacerolas como con abogados, para salvar sus ahorros. Otros lucharon directamente con un billete de avión.
Una tibia voz popular elevaba las ideas (¿cuales?) por encima de los derechos individuales dignamente ganados y decía que la clase media movía el trasero recién ahora... cuando le tocaban el bolsillo.

Se alzó un recelo tal que hasta se llegó a insinuar como traidores a la patria a aquellos que pretendían recuperar lo suyo. Y que aquellos que se iban era por que no tenían huevos. (De paso, aquí pueden ver que con mis huevos yo hago lo que se me antoja). El bienestar general debía estar por encima de los derechos individuales. Pero esa delicada línea nunca estuvo tan borroneada como en la Argentina del 2001 (o la de siempre), o como hoy en casi cualquier lugar del mundo.

¿Qué es general y qué individual? Lo general es la suma de lo individual, y no otra cosa, que yo sepa. Ante el clamor que pedía que quiebren los bancos que ahora eran insolventes porque habían arriesgado y perdido, se llegó a esgrimir que una sociedad no era viable sin sistema financiero. Ahí se vio claramente una de las ideas: la sociedad sí era viable con sistema financiero, a costa de una sociedad y una generación diezmada.

¿Sucederá lo mismo ahora, habrá huevos? ¿O será, como siempre, los que no pierden nunca versus los que pierden siempre?.


(Foto: Nico) Un extraordinario omelette de champiñones y queso que yo mismo me hice ayer. Nada que ver con el texto. Salvo que no está en quiebra, ni en venta, ni me lo podrá quitar nadie.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y que tiene una pinta buenísima.

Perdemos siempre los mismos... los "ricos" sienten la crisis?

G-Fer dijo...

Diciembre de 2001:
"Piquete y cacerola, la lucha es una sola"

Diciembre de 2002:
"Esos negros de mierda cortan la calle"

Eso es lo que se le critica al mediopelo: es socialista cuando le va mal y oligarca cuando le va más o menos bien. Ayer se sumaba a proyectos comunitarios como las asambleas, hoy votan a Macri.