jueves, 12 de junio de 2008

El acuerdo macabro


Un avión se despedaza en el aire. Pero el nanosegundo de la catástrofe se elonga hasta el infinito. En la eterna caída viajan pasajeros y tripulantes, pero hay uno cualquiera que lo sabía todo. Mientras nos coloca la máscara también nos pone el paracaídas. Ruega tranquilidad y silencio, nos prepara en el aire para el cambio inevitable y habla claro. Ya estamos muertos, pero tocaremos tierra de un momento a otro. Al llegar a la superficie tendremos dos opciones: el que cuente la verdad estará muerto instantáneamente, el que la oculte y se las ingenie para cambiar su identidad y desconocer su pasado, seguirá adelante. Quizá la muerte no sea más que una escena simulada, un acuerdo macabro en el que sólo todo el mundo -salvo el inventor de la catástrofe y nosotros mismos- nos supone muertos.

9 comentarios:

...flor deshilvanada dijo...

Nunca sabremos lo que es la muerte hasta el día que nos toque...

Este tema me hace mal :(

Te dejo un beso!

Anónimo dijo...

ay, que tema nos has sacado... mi abuela siempre decía que sólo tememos a lo que no conocemos. No sabemos qué hay detrás de esa catástofre y eso es lo que nos asusta.

Besos

sandra dijo...

TREMENDA REFLEXIÓN!
muy como madrugada o insomnio..
no sé.. yo prefiro no pensar en la muerte.

saludos!

Clauminara dijo...

Bueno la muerte pensemos o no en ella sucederá, por ahí leí que la vida no es otra cosa que una enfermedad terminal sexualmente transmitida ;D

Saludos

Merlina dijo...

Habrá que vivir hasta averiguarlo...

Nico Carletti dijo...

Evan, lo siento la fantasía agarró para este lado y no encontré razones para no escribirlo.

Lúcida, sí, un tema de mierda, de mierda porque detrás de esa catástrofe y a pesar de mis fantasías... no hay nada, creo que no hay nada, y no estamos preparados para la nada.

Drania, estás sospechando que se me ocurrió eso en una noche de insomio? Acertaste 100%, pero no te preocupes después de escribirlo dormí genial.

Clau, genial, brillante esa frase sobre lo que es la vida. Impresionante!

Merlina, me has sorprendido y hecho reir muchísimo... noto que en el fondo somos un poco "vecinos"

Anónimo dijo...

Como "que no hay nada, creo que no hay nada, y no estamos preparados para la nada"? estamos tirando las creencias religiosas (años de Santa Isabel y Niño Jesús de Praga) a la marchanta, de un plumazo, Pancho!!!

cuando uno cumple 40 es normal que uno fantasee con la muerte.. y con lo que deja y lo que queda de uno en esta vida.... pero la nada es muy duro... en la perspectiva religiosa, no se enfrenta con la nada, sino con el todo y en una perspectiva agnóstica, se enfrenta con la nada solo en la perspectiva individual, egocentrica, pero en la perspectiva social, deja una experiencia de vida (vivencias, enseñanzas, mensajes y hasta algunos osados incluso un blog llego de pensamientos que a su vez nos transmiten creencias, mensajes, vivencias, etc.) que siguen viviendo en la mente de los otros... y eso creo que no es poca cosa!!! además, si solo hubiera la nada, solo nos cabria vivir ca(g)andonos en todos y en todo, para aprovechar hasta el ultimo minuto de lo unico valioso: nuestra efimera vida y sería todo un viva la Pepa!!
igual, cuando leí la historia (sin los comments), me encantó la fantasía y me dije que buen comienzo para un libro o una serie.. quien dice que no sea un LOST II o similar..

Un abrazo, Martín.

pdta: cuando uno cumple los 40 indefectiblemente comienza a pensar en la muerte y en lo que uno deja o dejará, al menos es lo que uno vive... será por eso que este tema nos hace mal (o nos debería hacer bien pensar en eso?).

Nico Carletti dijo...

Yo no reniego de nada (salvo de ser el centro del mundo y un super hombre). Expongo mis dudas y algunas pocas seguridades u opiniones y eso me hace más libre, (porque me hace, no porque me lo proponga). Me divierto con mi propia fantasía y creo que hay que diferenciar la libertad de expresión y la fantasía de los delirios de grandeza aparentes. Tampoco reniego de un buen vino o de una amistad trascendente.

Desde los recreos del Santa Isabel, hasta el encuentro en Lyon, te aseguro ha cambiado muy poco, salvo ser personas más íntegras. Un grandísimo abrazo, Martín.

Liliana dijo...

Ser parte del juego o morir... me gusta, me gusta.

Un beso desde lo alto de un valle a 2,200 metros sobre el nivel del mar.