viernes, 14 de marzo de 2008

Vivir en aeropuertos


Me encantan los aeropuertos. Es uno de los pocos lugares en los que uno -más o menos a menudo y de forma totalmente natural- puede estar "en tránsito", es decir, justo en el medio entre un lugar y otro. Es la antesala que lo prepara a usted para vivir por un instante en ningún lado. Si uno, además, tiene la suerte de dirigirse a un destino muy lejano, en esas ocho o diez horas usted tendrá un encuentro muy cercano con la nada, estará en algo muy parecido a un no lugar. Todo esto se obtiene sin entrar en estados de inconsciencia, sin drogas, ni alcohol. Sólo relájese, no piense y, por favor, mire por la ventanilla.

"Un amor real, es cómo dormir y estar despierto,
un amor real, es como vivir en aeropuertos"
Charly García, `Pasajera en trance´.

(Foto: Nico) Sobrevolando el Océano Atlántico dirección norte-sur.
Avión: Boeing 747-400

2 comentarios:

Clauminara dijo...

Tienes razón volar es maravilloso.

Tian dijo...

La verdad que el comentario de Clauminara es interesantisimo. A mi si no fuera por el despegue y el aterrizaje, sobre todo el despegue me parece tambien maravilloso volar. Solo que me aburre la posicion de viaje porque me somete a permanecer tantas horas asì, obligado a pensar en esa posicion de momia incaica. Tener tan lejos todo!! Pensar que se piensa en alguien o algo, de lo cual cada vez uno se aleja y aleja màs. Me siento en parte un cosmonauta. Lo màs sensacional y temerario es el carreteo, me acuerdo de aquella cancion de David Lebon: "Ajusten cinturones,
que vamos a volar muy pronto de
estos rincones", asì dice en el tema "Sueltate Rock and Roll"

pero ya ¿quièn lo escucha, no?

En lo particular tambien me gustarìa conocer la vida en un transatlantico, ahi podrìa hacer ejercitaciones en cubierta, o no sè, pasear màs o conocer a la Condesa de Merchandaising, en alguna noche en el Casino, "