miércoles, 26 de marzo de 2008

Muñecos de redacción



Qué cosa puede hacer que una persona adulta, profesional y bien formada se haya puesto un día a colocar todos estos muñequitos sobre el ordenador de su puesto de trabajo. El hecho de buscarlos, elegirlos y colocarlos ahí. Antes que eso tuvo que recibirlos u obtenerlos de alguna manera, guardarlos. Ahora viven ahí, de paso a la máquina de café.
Esa oreja junto a la escultura, el marciano horrible que le teme al bueno de Mickey Mouse, el friki de Picachu y el ordinario de Shin-Chan se hacen amigos, la araña esta harta de los dos. Superman controla todo, ahí arriba tiene el poder y pasa de todos ellos.
Sin ningún reparo ni explicación, el dueño los expone para sí, arman su mañana, y la de todo el mundo. Vaya a saber uno de las historias, de sus simples o complejos significados, de qué cosas le dicen sólo a él cada día, cada muñeco. Recuerdos. Nadie más sabe nada de ellos. Sólo que ahora todos, todos los días, somos testigos y compañeros de su noble destino.

(Foto: Nico) En la redacción de un periódico español.

6 comentarios:

...flor deshilvanada dijo...

Es muy evidente que a ese hombre no le importa el qué diran... qué personalidad! XD!

Te dejo un besote!

Isabel Barceló Chico dijo...

Realmente curioso. No sé si yo encontraría lugar en mi mesa para hacer una exposición semejante. Ni si me atrevería. Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

¿Sabe el dueño que cuando se va hablan entre ellos y le ponen verde?

Clauminara dijo...

Bueno a mí sí me darían ganas de poner monitos en la oficina, pero no tengo espacio ni ganas para dar explicaciones a toda la gente que me preguntaría por qué puse esto o lo otro.

Anónimo dijo...

Yo siempre he tenido algún que otro individuo semejante en mi mesa... le dan un toque de color y a hacen que al mirarlos se escape una sonrisa

Tian dijo...

Yo prefiero las frases a los objetos, en el club del lado de adentro de la puerta de un ropero donde guardo las pelotas de futbol, dice: "Todo metodo consiste en la correcta disposicion de las cosas, hacia las cuales hay que dirigir la agudez de la mente", ¿no es sabio?
-està escrita esa frase, atràs de un papel de un mes de un viejo almanaque- Pero objetos, no, por mi lugar de trabajo pasa mucha gente y no puedo dejarlos ahi. Un gran abrazo.