viernes, 27 de marzo de 2009

Se deja



No se puede pensar. Hay que sentir la necesidad de presionar y soltar antes o después, sin dejar de razonar ahí abajo, ni de colocar negras arriba. Hay que darle, y ahí va.
Se sabe, todo tiene un porque, un entramado invisible. Hacía más de 20 años que no le ponía las manos encima.
Pero ahora es distinto. No es lo mismo darle al vacío todos estos años. Parecía tan fácil... Hay que estar ahí arriba y darse cuenta de que aquello no sirvió para nada, no aportó técnica, sólo ensanchó las venas, aceleró el ritmo, exacerbó el sentimiento. Recién ahora se deja.

3 comentarios:

Sulizhen dijo...

Qué grande! Me alegro mucho de que hayas vuelto a las baquetas :)

Anónimo dijo...

A darle duro, sólo un poco de práctica, el talento nunca se va.

Anónimo dijo...

Pero...¿a qué le das? jajaja