Hacía mucho que no acariciaba un caballo,
la España profunda, la niebla matinal,
el olor a campo peinado al costado.
Hacía tiempo que no se detenía el tiempo,
cuando me mostró la lengua, cuando enseñó los dientes,
en el pan fresco y en los chicos inocentes.
Y movía las orejas, porque al atardecer,
todavía quedaba la gloria de un cabrito,
asado como debe ser.
(Foto: Nico) Otero (Piloña) Asturias
la España profunda, la niebla matinal,
el olor a campo peinado al costado.
Hacía tiempo que no se detenía el tiempo,
cuando me mostró la lengua, cuando enseñó los dientes,
en el pan fresco y en los chicos inocentes.
Y movía las orejas, porque al atardecer,
todavía quedaba la gloria de un cabrito,
asado como debe ser.
(Foto: Nico) Otero (Piloña) Asturias
1 comentario:
Hola Nico ! Nostalgioso parece este post , yo tambien estoy extrañando unos días en el campo , que bien me harían , respirar el aire puro y comer las delicias que solo ahí se hacen ...Te dejo un abrazote y beso
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