viernes, 5 de febrero de 2010

Autor desconocido

De vez en cuando Noe se sienta frente a mi sitio y mientras yo le quito años a alguna mujer innecesaria ella le saca o le pone letras a un texto que podría perfectamente no haberse escrito nunca, e insiste en que yo escribo bien.
Mare me presta su coche cuando se hace tarde y almorzando conmigo teme que por mis mayores obligaciones actuales vaya dejando este lado del planeta.
Yolanda se persigna con café y a veces con alguna ocurrencia mía; cambia el gesto y la postura, tropieza, se vence. Y cuando le pregunto por qué, dice que no lo sabe.
Le digo que eso es imposible, a las tres se lo digo, que sólo soy un aficionado, a lo que sea y al mundo entero, y que no conozco otro planeta que el del agua transparente. Y ahí sí que se lo ve todo.
Asi que -es verdad- es probable que no pueda escribir tan seguido ahora pero antes de morir de sed les prometí que me bebería la tinta de alguna lapicera repetida, esa que ayer sacudí para dejar un mensaje claro:  no sé de qué están hablando.

(Foto: Mahnicus) La imagen es totalmente espontánea y el autor también un aficionado.

2 comentarios:

frankieherrero dijo...

Seguramente tu vicio por la pluma podrá más. "¿de dónde sale el tiempo que se tomará el tiempo para cocinar todo esto?"

Abrazo,

Unknown dijo...

Yo sí sé de qué hablo: de una sensibilidad especial de una habilidad maestra para convertir las palabras en relato.
¡¡Sigue así!!